Septiembre, ese temido mes en el que volvemos a la rutina, volvemos a los horarios, seguimos teniendo calor y pocas ganas de trabajar pero tenemos que volver porque si no, el negocio no se mantiene solo.
¿Y qué hacemos? Volvemos con toda la ilusión y las ganas de un nuevo comienzo de una nueva visión de negocio. A darlo todo!
Pero nos encontramos que normalmente, septiembre es un mes resacoso. Y al final acabamos llevándolo «como podemos».